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INTUICIÓN, CUALIDAD OLVIDADA



Cuando alguien nos pide que enumeremos nuestros talentos y fortalezas, son muy pocas las personas que incluyen la intuición en la lista.


"¡Pero no soy intuitivo en absoluto!" "Mi intuición siempre está equivocada" "No tengo idea de cómo funciona la intuición" Si te reconoces en una de estas afirmaciones, te tranquilizo inmediatamente: todos somos intuitivos.


La intuición no es una habilidad que se aprende con la práctica y la experiencia, sino un don innato que une a todos los seres humanos. Si estás vivo, si eres humano, eres naturalmente intuitivo. Entonces, ¿por qué muchos de nosotros no usamos la intuición o no confiamos en ella en la vida cotidiana? ¿Por qué algunos creen que su intuición los traiciona o no funciona?


Hablamos de ello en este artículo, descubriendo qué es realmente la intuición, cómo funciona y cómo desarrollarla, o mejor dicho, cómo volver a conocerla.



Que es la intuición

¿Alguna vez ha tenido un momento en el que se sintió inquieto sin motivo, como si algo anduviera mal? Tal vez haya experimentado esta impresión al ingresar a un estacionamiento a altas horas de la noche o simplemente al hablar con una persona nueva. ¿Y tal vez simplemente te encogiste de hombros ante esa sensación incómoda, descartándola como una tontería ilógica? Como cultura y sociedad, hemos llegado a creer que la racionalidad siempre debe prevalecer a la hora de tomar decisiones de cualquier índole. Pero, ¿qué pasa con esa "voz interior", ese presentimiento, ese "algo" interior que nos dice cómo nos sentimos bajo las múltiples capas de la lógica? Así defino instinto e intuición.



La diferencia entre intuición e instinto

El instinto es nuestra inclinación innata hacia un comportamiento particular, independientemente de cómo hayamos sido criados o educados. Por ejemplo, nuestros instintos nos dicen que huyamos del peligro, permanezcamos en contacto con la naturaleza en lugar de encerrarnos en una oficina, reproduzcamos, comamos o evitemos un alimento en particular, etc. Una sensación visceral, o una intuición, es en cambio una sensación que aparece rápidamente en la conciencia (y de manera bastante evidente) sin que se tenga plena conciencia de las razones que hay detrás de su aparición. La intuición es un proceso que nos da la capacidad de saber algo directamente sin razonamiento analítico, cerrando la brecha entre las partes consciente e inconsciente de nuestra mente, y también entre el instinto y la razón. Básicamente, necesitamos tanto el instinto como la razón para tomar las mejores decisiones posibles para nosotros y para quienes nos rodean. La intuición es el puente que conecta estos dos reinos. Desafortunadamente, muchos de nosotros nos sentimos casi incómodos ante la idea de usar nuestros instintos como una herramienta de guía. Nos avergüenza decir que seguimos intuiciones, desconfiamos de los mensajes que nos transmiten y en consecuencia disminuimos nuestra capacidad de explotar el poder de la intuición cuando más lo necesitamos. Nuestro malestar ante la idea de confiar en nuestros instintos se basa en milenios de prejuicios culturales.



Como funciona el instinto

La mente humana está predispuesta a reconocer patrones. El cerebro no solo procesa la información a medida que llega, sino que también almacena todas sus experiencias pasadas. Tu intuición se ha desarrollado y expandido a lo largo de tu vida. Cada interacción, feliz o triste, está catalogada en tu memoria. La intuición se basa en esa memoria profunda (ya menudo inconsciente) para tomar decisiones futuras. En otras palabras, las decisiones intuitivas se basan en datos, en cierto sentido. Cuando inconscientemente identificamos patrones y patrones, el cuerpo comienza a liberar neuroquímicos tanto en el cerebro como en el intestino (también por esta razón, a menudo sentimos "en el intestino" que algo anda mal). Estos "marcadores somáticos" son los responsables de la particular sensación instantánea de que algo está bien... o mal. Estos procesos automáticos no solo son más rápidos que el pensamiento racional, sino que su intuición se basa en décadas de diferentes experiencias cualitativas (vista, sonido, interacciones, etc.), un rasgo completamente humano que la lógica por sí sola nunca podría lograr. Intente pedirle a una computadora que tome una decisión intuitiva: ¡sería imposible! Muchos investigadores están analizando el papel que juegan los insights en el pensamiento revolucionario. La intuición ahora se considera simplemente otro tipo de datos, no menos valioso que el análisis tradicional. Después de todo, los algoritmos son creados por personas y, por lo tanto, están sujetos a errores humanos. Y, como humanos, no podemos tomar una decisión sin emoción. Los datos puramente cuantitativos no siempre son un indicador preciso del comportamiento de las personas, como nos muestran las noticias del día a día.



Los prejuicios que matan la intuición

Piense en la frase "no somos como los animales". Seguro que lo has oído pronunciar al menos una vez en tu vida. Esta simple suposición nos informa que la supuesta diferencia entre humanos y animales es la capacidad humana de razonar al reprimir nuestros impulsos instintivos, y el mensaje subyacente es que la razón es la mejor y más noble cualidad que se puede poseer. El hecho es que no solo nos gustan los animales (entonces, ¿por qué usarlos en una comparación negativa?), sino que nosotros mismos somos animales. Sin embargo, somos animales con la clara ventaja de tener tanto el instinto como la razón a nuestra disposición, y no estamos obligados a rechazar ninguno de ellos. Más bien, tenemos la capacidad de honrar y usar ambos. No debemos rechazar la lógica científica para beneficiarnos del instinto. Como en muchos aspectos de la vida, el secreto está en el equilibrio. Entonces, ¿cómo podemos cultivar mejor la intuición en nuestra vida diaria? Dado que hemos pasado tanto tiempo ignorando o rechazando este aspecto del yo, ¿cómo podemos reintegrarlo con éxito en nuestras decisiones prácticas? Aquí hay algunos métodos que he estado usando durante años para perfeccionar mi intuición y recordarme a mí mismo que siempre la tengo en cuenta al tomar decisiones importantes.


Como desarrollar la intuición


Método 1: Habla con ella

El cerebro consciente es un experto en lógica y la usará sin descanso. Por el contrario, la mente inconsciente busca en el pasado, presente y futuro y se conecta con intuiciones y sentimientos de forma no lineal. Su proceso es críptico para la mente lógica, ya que desafía las leyes convencionales del tiempo y el espacio. La mejor manera de descubrir la mecánica de este proceso es hablar con tu intuición. Puede parecer una idea ridícula, pero os aseguro que es un ejercicio prodigioso de autoconocimiento. Te daré un ejemplo de una conversación que tuve a menudo con mi intuición: Yo: que me pongo hoy? Intuición: rojo. Yo: rojo que? Intuición: no sé, solo algo rojo. Yo, porque? Intuición: porque hoy es un día rojo. Yo: pero hoy tengo una entrevista; ¿No es demasiado agresivo el rojo? Intuición: Estás perdiendo de vista el punto. Yo: cual es el punto? Intuición: te gusta el rojo. Te hace sentir feliz. Yo: que tiene que ver la felicidad con esto? Intuición: siempre importa. yo como? Intuición: ya verás. Confía en mí. Y tal vez al hacerlo, simplemente porque me siento bien vestida de rojo, transmito más confianza en mi entrevista y dejo una buena impresión en las personas que conozco. Tal vez al gerente de recursos humanos le encanta el rojo y aprecia el hecho de que fui lo suficientemente valiente como para no usar negro. Tal vez el color es lo que me diferencia de tantos otros. ¿Quizás? El punto es que escuché mi intuición y tomé mi decisión aprovechándola, sin preocuparme por las razones lógicas del porqué.



Método 2: maneja un diario

Escribir sus pensamientos y sentimientos en blanco y negro, incluso si cree que tiene poco que decir, ayuda lentamente a que la mente inconsciente se abra. Te aconsejo que empieces una especie de diario de la intuición, en papel (porque el acto de escribir a mano es increíblemente más intuitivo y poderoso que teclear en un teclado) y que apuntes libremente lo que te venga a la mente cada día. No tienes que darle una estructura precisa, precisamente porque la intuición no sigue los patrones de la lógica: escribe de inmediato, sin pensar, y hazlo solo para ti. Es posible que descubra que está escribiendo palabras y frases que aparentemente no tienen sentido, o que provoca respuestas emocionales en lugar de respuestas intelectuales.



Método 3: calla la critica interior

A menudo digo que somos nuestros peores críticos. Nos tratamos unos a otros con una falta de empatía, compasión y amabilidad que no reservaríamos ni para nuestro peor enemigo.


Esta actitud es una exacerbación de nuestra tendencia a usar la lógica en todos los campos de nuestra vida, incluso en el relacionado con las emociones y la humanidad. Apaga tu crítico interior y deja de racionalizar tus errores y defectos.


Esta vez, escúchate a ti mismo sin juzgarte. Deja que los diálogos internos sucedan sin miedo ni vergüenza. Siempre sé amable contigo mismo y tu intuición surgirá mucho más fácilmente.



Método 4: vive mas tiempo en soledad

Para aprender a escucharnos a nosotros mismos, necesitamos pasar más tiempo a solas con nosotros mismos. La soledad a menudo se ve con una connotación negativa, pero la encuentro increíblemente refrescante cuando se usa para conocernos mejor y cuidarnos. Encuentra "tu" lugar especial donde puedas dejar que las emociones fluyan libremente: puede ser simplemente tu dormitorio, o un parque, un jardín, una playa. Aquí también puedes querer crear una conexión emocional con un objeto, un color, una pieza musical o literaria, cualquier cosa que te permita despertar sentimientos que vienen exclusivamente de tu interior.



Método 5: medita sobre du sexto chakra

El sexto chakra también se llama tercer ojo precisamente porque es el chakra de la intuición. Cuando el tercer ojo se bloquea por un uso excesivo de la lógica, nos alejamos de nuestro lado más intuitivo y espiritual y vivimos en un constante estado de insatisfacción y frustración. Meditar centrándose en el sexto chakra y cultivando su energía es una de las formas más efectivas de revitalizar su "músculo" de la intuición. Puedes echar un vistazo a mi libro de chakras si no sabes por dónde empezar.



Método 6: regresa a tu cuerpo

Un síntoma clásico de una intuición subexplotada es el hecho de que vivimos perpetuamente en nuestra cabeza. Nos identificamos con nuestros pensamientos y en consecuencia nunca escuchamos al cuerpo, que es la parte más ligada a la intuición.


De vez en cuando imagina estar físicamente dentro de tu cabeza, donde todo está pensando y haciendo, y tomando un pequeño ascensor imaginario que baja hasta tu corazón.


Sentir, ser. Siente la energía, el foco, que pasa de los pensamientos a las percepciones, del futuro al presente. Que desciende al plano del aquí y ahora. De esta forma estarás en estrecho contacto con las señales físicas de la intuición que, como hemos visto, a menudo se producen en el estómago y los intestinos.


Conclusión

Estos ejercicios te ayudarán a crear una nueva y más profunda relación contigo mismo, a escuchar tu voz interior y a cultivar una conciencia instintiva que puedas acercarte a la vida racional de cada día.


Conocer y cultivar tu intuición te permitirá vivir de una manera más auténtica y rica, aprovechando las ideas y percepciones que este don nos brinda, ayudándote también a descubrir y reconocer mejor las múltiples señales del universo que recibimos.

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